LA PESCA DEL PEZ LIMÓN
Para empezar deciros que antes de
ser de día ya hay que estar en pesquero pescando calamares y chocos, que
mantendremos vivos en el vivero del barco. Pues el pez limón es un auténtico
sibarita que se pirra por ellos y no acepta que estén muertos, han de estar
“vivitos y coleando”, teniendo preferencia, si puede elegir por los calamares.
Para la pesca de calamares y chocos se utiliza la potera tradicional potera
con cuerpo de plomo y que se forra con hilo de color. Esta va unida a una
“tripilla” del 50 que se deja caer a fondo y que luego se va izando y dejando
caer a medio o un metro del fondo rítmicamente, de manera que dicho movimiento
atraiga a nuestras presas, que se clavarán por los rejos en la potera y serán
sacados del agua El calamar o choco se deja caer sobre lo que cree una fácil
captura y tras un buen tirón es clavado por la potera. Este método de pesca se
hacía antes con el barco proa a la marea sostenido por el paré, que no era otra
cosa que dos remos gobernados por un marinero, hoy en día se pesca con el barco
a la deriva.
Una vez provistos de calamares y chocos nos dirigimos a hacia los pesqueros,
los más pescados antiguamente La Poca Agua, La Muela, La
Laja Vieja, Los Navíos, La Cañá la Higuera, El Pesquero
el Pastor, etc…, lugares estos donde el pez limón tenía su comerio. El aparejo
consiste en un largo cordel trenzado al que a determinada distancia se le ata
un plomo pesado. El aparejo se suspende del fondo unas cuatro brazas y lleva
unido una tripilla del 120 más o manos, con un anzuelo muy afilado y fuerte. A
este aparejo los pescadores le llaman single, palabra inglesa que podríamos
traducir como “único”.
Al anzuelo se le encarna un choco o calamar por la parte superior del cuerpo y
dañándolo lo menos posible, para que se mantenga vivo nadando entre dos aguas.
A continuación se larga el aparejo.
Cuando se produce el momento de la picada hay que tirar muy fuerte y con un
golpe seco, pues la boca del Pez limón es bastante dura y como no claves bien
se te larga. En ese momento el pez inicia una veloz huida que se traduce en un
fortísimo y violento tirón del cordel. Es un momento de máxima tensión pues no
es raro que otro animal se clave en el segundo de los aparejos largados o que
intente enredar los dos aparejos para intentar zafarse. Esto es así porque
suelen agruparse en bancos de muchos ejemplares.
El pez limón presentará una dura batalla, doy fe que es así por los tantos que cogí
cuando pescaba con mi padre en la “Joven Carmen”, el mayor que recuerdo alcanzó
los 42 kilos. Una vez agotado el pez limón, lo izaremos al barco con ayuda de
un bichero bien afilado.
Para finalizar deciros que he visto y he capturado con este método de pesca además
de pez limones, corvinas de gran tamaño, pargos, meros, samas, etc…
DICHO MARINERO
· Al viento fuerte el fin le
vino, con un aguacero corto y frío.